Testimonials

TESTIMONIALS

Rachelle, Johnny, Brook and Río
2017—San Jose, Costa Rica

We want to express our deepest gratitude for your assistance in helping us create a healing birth experience for our family. Your wisdom and guidance have been invaluable and we are lucky to have you advocating for better birth choices in our Community!

¡Muchísimas gracias!


Natural birth in private clinic
2017—San Jose, Costa Rica

My experience with Patricia was the most amazing, beautiful, and unforgettable birthing experience of which I wouldn’t recommend doing any other way or with any other birth companion. I totally clicked with her. She was there when I needed her the most and kept her distance when I needed space. She was so supportive on every level and knows the line between supporting a natural birth and needing further aid. She is very experienced and it showed when taking important decisions during the labor, birth, and post birth stages. At one point I asked my husband to brace me during my final stage contractions as I was most comfortable in a squat but it just wasn't the same as when Patricia did it! Sorry babe!

Patricia is a very good hugger. When you feel you need a hug there is something special about that women’s hugs, you just melt in her arms. Kind of like a mommabear-hug. Breathe and happy birthing!

~ Zephyr, mother of a 5 year old ripped out of my uterus by a obstetrician via unnecessary cesarean section due to "birthing standards" and a 2 year old naturally brought into this world by me with support from Patricia and my family. We found a supportive obstetrician who was respectful for our decisions and his help was minimum, therefore appreciated.


Kristal Rose
2017—Los Angeles, California

Aquí está mi parte de Jewel O, parte de mi historia que amo…

El año pasado recibí en la vida a mi dulce bebé. Volví a ser una nueva madre, me convertí en la única proveedora para cada una de sus necesidades básicas. Por supuesto que papá también hizo mucho, pero en realidad el bebé solo necesita a mamá.

Estaba en el viaje para curarme de lo físico y pude ser testigo de todas mis emociones mientras se arrastraban por los bordes del posparto, dudando de mí misma, abrumada y realmente ocupada, completamente separada del parto.

Vi mi barriga vacía pero todavía muy redonda y sentí profundos dolores; Profundamente abierta con viejos dolores enterrados. Realmente tienes que morir para dar vida.

El día antes de la labor, emprendí un profundo viaje guiado para dejar ir. Durante los días previos, sentí como si se colocara una piedra en mi pecho para cada miedo que había sentido, mi respiración era superficial, mi corazón estaba pesado y el peso aumentaba.

No podría traer una nueva vida sabiendo de tantas cosas oscuras de esta tierra. Ni siquiera podía dejarlo caer en mi vientre a pesar de que estaba completamente formado y tenía 5 días más de la fecha probable de parto.

Pero tenía el apoyo perfecto, tenía mi roca de pareja, mi hermosa hija que me mira como si fuera capaz de mover montañas y la Diosa de mi partera.

Sé que se entrenó para su trabajo, pero lo que me ofreció ese día fue más allá de lo que cualquier entrenamiento podría dar.

¡Con su apoyo pude dejarlo todo! Mis lágrimas corrían por mi cara sin signos de desaceleración, por cada lágrima se iba parte del peso.

Me di cuenta de que mi dulce bebé sabía de todas estas tinieblas de este mundo, él sabía de todos los callejones oscuros por los que he caminado, él sabía de mis tormentos y mis torturadores, sabía de todas mis debilidades y mis defectos. ¡Lo sabía todo!

Y sin embargo, él todavía optó por entrar en esta escuela de la Tierra. Él me conocía, el verdadero yo, el defectuoso y, sin embargo, aún así optó por darme el honor de ser su madre.

Sé que no puedo proteger a mis bebés en todo momento en todas las etapas de la vida. Sé que no siempre seré la mejor madre. Sé que voy a extrañar algunos de sus mejores momentos al distraerme o alejarme.

Todos estos temores, estas deficiencias, todo está en perfecto equilibrio y armonía. Y por lo que no puedo ofrecer a mis hijos, de lo que no puedo protegerlos, seré sobresaliente en otras áreas.


Maricela Mora, Heredia
2018—Heredia, Costa Rica

Solo una pequeña parte de todo lo grande que conforma el parir!

El 26 de marzo, a la 1 am, comenzó movido y no fueron las placas Cocos y Caribe, sino mi interior listo para comenzar un viaje sin retorno.

Todo lo planeado tomó forma de desconocido y poco a poco mi hermosa hija vino formando lo que sería su llegada a este mundo.

Al ser las 10 pm! Así puntual, llegó Leonor!

Fuerte, con carácter, se hizo escuchar en esa sala calientita de hospital! Con olor a menta, con olor a sangre, con olor a zacate de limón, con sonidos de poder, con muchos ojos en ella, porque sí que hizo su entrada!

Gracias infinitas a la mejor compañera que una pueda tener en un parto (la mía tiene nombre y apellidos y así las hay por todo el planeta). Ella me mantuvo en un estado que ni sé como llamarlo, nos ayudó a llevar todo ese largo viaje, sanas y salvas de las locuras que provocan las emociones y el caos que pueden traer, "Aguabesha"!

Me enseñó que hay un mundo fuera de lo ordinario y que hay otras formas de hacer las cosas bien, pero siempre de la mano de la información.

Acá queda el relato de ella, Patricia Aguabella!

Patricia Aguabella―Naciendo Libre

El día de ayer tuve la enorme dicha de acompañar a una mamá en su parto en el Hospital de Heredia. Dentro de tantas rutinas e intervenciones logramos hacer una labor tranquila, respetuosa y elegir en buena parte las intervenciones que se darían o no. Desde un principio estuvo claro para el obstetra que la madre y yo, como acompañante, estábamos informadas y preparadas, que deseábamos en todo momento consentimientos informados.

Conforme avanzó la labor y el personal veía el trabajo que juntas realizábamos, no interfirieron. Por mucho, era la mamá más tranquila, con más recursos para trabajar su labor y mejor apoyada. Es evidente que muchas mujeres están llegando a los hospitales bien informadas, y por tanto el personal está al tanto y reconoce en gran parte los derechos de madres y bebés gracias a éste trabajo de información y de acompañamiento de "doulas" y parteras. En fin, es posible tener un parto respetado con la preparación y el acompañamiento adecuado.

Falta mucho y no todos los hospitales tienen las mismas facilidades que el de Heredia, pero vamos ganando terreno. Logramos retardar el corte del cordón, la libertad de comer y beber, la libertad de movimiento, la excepción a poner antibióticos profilácticos en los ojos de la bebé, logramos que la madre pariera en la sala de labor muy tranquila y, por tanto evitamos una episiotomía rutinaria, logrando mantener a la bebé un buen rato con la madre. Hasta la placenta nos entregaron!

Todo esto para decirles a todas las mujeres que, la preparación y el acompañamiento hacen una enorme diferencia.

Muy feliz y agradecida de ayudar.


Ayala Extebarri
2018—República Dominicana

La experiencia más hermosa, más transformadora, la experiencia más poderosa de mi vida ha sido el parto. Y pudo ser así gracias a la asistencia de mi partera, Patricia Aguabella @ NaciendoLibre.com

El proceso de bucear en la mayor de mis oscuridades para tender la mano a mi bebé y, juntos, llegar a la luz fue guiado maravillosamente por Patricia, que fue una presencia amorosa y fuerte, segura y sensible, inteligente e intuitiva.

Un proceso íntimo en su inicio, íntimo en su final. Mi esposo y yo nos sentimos seguros y guiados en todo momento por el trabajo previo tanto con Patricia como con Eli Urdaneta y, así, nos permitimos fluir y regalarnos una experiencia que nos unió más aún como pareja.

El seguimiento con Patricia continuó después del parto; nos asistió en el proceso de lactancia, lo cual hizo que nuestro bebé cogiera la teta a la perfección, y no tuviera ni un cólico, gracias a la dieta que ella nos indicó.

Ha sido un proceso mágico desde el principio hasta el día de hoy.

Una bendición!


Daniel Abreu Mejía
2019—República Dominicana

Junto con mi pareja vivimos en República Dominicana en donde no existe el servicio de partería profesional. Esto nos llevó a buscar la mejor opción desde otras tierras hasta que mágicamente―y no uso esta palabra a la ligera―encontramos a Patricia, quien se trasladó desde Costa Rica a Santo Domingo y estuvo con nosotros casi un mes.

La experiencia que tuvimos con Patricia va mucho más allá de lo que se pueda evaluar. No solo excedió nuestras expectativas en cuanto a profesionalidad y apoyo emocional, sino que nos expandió la consciencia a lo que es posible vivir en un proceso acompañado de parto en casa. Con su formación en psicología, su profunda experiencia como partera y su gran sensibilidad innata, Patricia es capaz de ofrecer una guía integral, brindando un acompañamiento completo en la dimensión física, emocional y espiritual; no solamente de la preparación al parto y durante el parto mismo, sino también en esas primeras semanas tan vitales en la vida del bebé con sus padres.

Como hombre para mí fue una revelación, porque lejos de estar a un lado observando, tuve la oportunidad de empoderarme y asumir un rol activo, mucho más allá de lo que creía capaz. En esto Patricia jugó un rol clave al brindarme confianza, orientaciones prácticas y tener el fino tacto de permitir que yo ocupara mi espacio. Tanto para mí y para mi esposa conocer y contar con el acompañamiento de Patricia ha sido una de las grandes bendiciones de nuestra vida, y deseamos que muchas más familias puedan vivir una experiencia de parto en casa tan hermosa como la que tuvimos la dicha de experimentar.


Raquel y Luis
2020―San José, Costa Rica

El camino a la maternidad y paternidad se logra comprender hasta vivirlo en persona y cada historia es tan diferente que nos preocupamos por "nuestra historia". Teniendo claro las cosas por las que no queríamos pasar nos dimos cuenta del trabajo de las "doulas" y parteras. El camino nos llevó a Patricia así que una vez contactamos con ella dejamos de preocuparnos y empezamos a ocuparnos del proceso de gestación de bebé, nos abrimos al proceso en mente, alma y cuerpo. Asumir el desafío de afrontar una alegría inédita, las responsabilidades y obligaciones propias de un rol que no puede reducirse a un aspecto biológico del ser, sino que conlleva mucho más que eso.

La guía de Patricia y su atención en todo momento fue completa, se entregaba por y para nosotros en su totalidad orientándonos así en el camino, haciendo que se llenará de mucha luz, amor, comprensión, empatía, serenidad entre muchas cosas más, comprendiendo no solo los cambios físicos y necesidades del cuerpo y del desarrollo de nuestro bebe, si no la conexión tan importante desde lo emocional, mental y espiritual.

El crecimiento en consciencia y el empoderamiento como personas, llena muchos vacíos y expande otros espacios que ni siquiera sabíamos que teníamos. Sanando poco a poco, dejándonos sentir, observando cada emoción, para así lograr desconstruir cadenas que vienen desde el miedo, odio, inseguridades; no solo hacía nosotros como personas si no hacía bebe, dejándola ser y dejándola nacer en libertad.

Ser madre y padre es fruto de una maduración personal y una evolución donde cuesta enfrentar la realidad de la vida anterior pues el tiempo se detiene y comienza algo totalmente nuevo. El conocimiento adquirido ha sido esencial y el acompañamiento de nuestra partera fundamental para darnos cuenta de que cada embarazo es una maravilla del universo y que a pesar de los temores, si logramos encontrarnos a nosotros mismos… Sí estamos preparados para emprender esta linda aventura de VIDA!